Dedicado a una gran persona que he conocido hoy (el Padre Luis Salinas) y a mi estimado amigo Malek. Una preciosa canción que no conocía hasta hoy, y que debe hacer justicia a una tierra que aún no conozco.
"El cielo de Chihuahua fue testigo
del beso que me diste y que te di"
El cielo de Chihuahua fue testigo
del beso que me diste y que te di,
la luna de Parral brilló esa noche
como ninguna luna ha brillado para mi
Tus ojos y mis ojos se miraron
con ansias infinitas de adorar,
tus labios y mis labios se encontraron
ante el amor prohibido dentro del bien y el mal.
El cielo de Chihuahua era divino:
estrellas había miles en verdad,
tus ojos y la luna me alumbraron,
por Dios que no había luz artificial.
Después nos adoramos locamente,
Ya nunca nos podremos olvidar
Y si alguien separa nuestras vidas
el cielo de Chihuahua las volvería a juntar.
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